Un artículo de Santiago Icigar, con fotos de Juan Carlos Castro. Publicado en el periódico La Provincia el 20 de octubre de 2023.

El excapitán de los Hispanos, técnico en el equipo cadete, intenta inculcar a los jóvenes los valores y los conocimientos adquiridos durante su exitosa carrera profesional

El mejor jugador grancanario de balonmano de la historia regresa al club de sus amores, el BM Gáldar, para abrir una nueva etapa profesional. Tras colgar las zapatillas, ahora intenta trasladar sus amplios conocimientos balonmanísticos a los jóvenes valores, en concreto a los cadetes de la entidad. Su objetivo, ayudar a su crecimiento deportivo y personal en base a la experiencia adquirida después de tantos años en la élite.

El balonmano grancanario, y el galdense en particular, están de enhorabuena. Uno de sus hijos pródigos ha retornado al club de sus amores tras convertirse en leyenda del balonmano nacional e internacional. Capitán inolvidable de los Hispanos, como se conoce a la selección española, se ha ganado a pulso la condición de mejor jugador de la historia de este deporte en Canarias. Dani Sarmiento regresa al Balonmano Gáldar para iniciar una nueva etapa en los banquillos después de su retirada de las pistas. 𝗔𝗵𝗼𝗿𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗮𝗹 𝗲𝗾𝘂𝗶𝗽𝗼 𝗰𝗮𝗱𝗲𝘁𝗲, 𝘆 𝗹𝗼 𝗵𝗮𝗰𝗲 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝗵𝘂𝗺𝗶𝗹𝗱𝗮𝗱 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝗹𝗲 𝗰𝗮𝗿𝗮𝗰𝘁𝗲𝗿𝗶𝘇𝗼́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗱𝗼𝗿. 𝗦𝘂 𝗼𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗼, 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮𝗿 𝗮 𝗷𝗼́𝘃𝗲𝗻𝗲𝘀 𝘃𝗮𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗮 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗿𝗿𝗲𝗿 𝗲𝘀𝗲 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼, 𝗾𝘂𝗲 𝗲́𝗹 𝘁𝗮𝗻 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲, 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗹𝗮 𝗲́𝗹𝗶𝘁𝗲.

El nuevo técnico del Gáldar está «muy agradecido» a su club por brindarle «la oportunidad de incorporarme al organigrama técnico y echar una mano». «Se trabaja muy bien aquí, todo está muy bien estructurado en cuanto a los contenidos que se le van dando a los chicos y estoy aprendiendo mucho», valora Sarmiento.

La presencia de un referente internacional en el banquillo impone a sus jugadores: «Los chiquillos están algo cortadillos, aunque poco a poco van cogiendo algo de confianza. Con el tiempo se irán soltando e iremos hablando y contando cosas de mi trayectoria en el balonmano, seguro».

𝗨𝗻𝗮 𝘃𝗼𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲𝘃𝗲𝗻𝗶𝗱𝗮
Aunque pueda parecer que por su carácter en el campo Dani Sarmiento estuviese predestinado a convertirse en entrenador, lo cierto es que el propio exjugador reconoce que «no siempre tuve claro el querer ser técnico». «Cuando era joven no me planteaba el seguir vinculado al balonmano en los banquillos, esta inquietud surgió con el paso del tiempo, a medida que fui madurando y teniendo diferentes experiencias cuando me dije, ¿por qué no? 𝗠𝗲 𝗽𝗲𝗿𝗺𝗶𝘁𝗲 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗶𝗿 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗲 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮, 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗲𝗻𝘀𝗲𝗻̃𝗮𝗿 𝘆 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗿 𝗹𝗮 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗮 𝗼 𝗽𝗼𝗰𝗮 𝗲𝘅𝗽𝗲𝗿𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗶𝗱𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀, 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗮𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻̃𝗮𝗿𝗹𝗲𝘀 𝘆 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮𝗿𝗹𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝘀𝘂 𝗰𝗮𝗿𝗿𝗲𝗿𝗮 𝗱𝗲𝗽𝗼𝗿𝘁𝗶𝘃𝗮», 𝘀𝗲 𝗲𝘅𝗽𝗹𝗶𝗰𝗮 𝗗𝗮𝗻𝗶, 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗻 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗮𝘀𝗽𝗲𝗰𝘁𝗼 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼 «𝗲𝘀 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝗺𝗲 𝗵𝗮 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼».

Con el paso de los días, va aceptando que su carrera como jugador ha llegado a su fin: «Cada uno tiene su manera de verlo y de afrontarlo, en mi caso el balonmano es mi vida, lo he practicado desde los 11 años. Con el tiempo te das cuenta de que tu cuerpo no puede hacer lo que la cabeza quiere y que ha llegado el momento de pasar a otra cosa».

Explica Sarmiento que esa decisión de colgar las zapatillas le resultó muy difícil, «porque es una cosa que había hecho durante toda mi vida». «Las rutinas que tienes, el jugar los partidos, la adrenalina que te produce, lo que para mí significa el poder competir, el estar ahí y poder compartir vestuario con los compañeros… Cuesta dejarlo, es un paso complicado pero hay que darlo porque la vida son cambios, toca ponerse en el otro lado, afrontar estos cambios con la misma ilusión que he tenido que afrontar otros en mi carrera; ahora mismo estoy muy contento, aprendiendo mucho y espero que me ayude en este nuevo camino la experiencia que he tenido como jugador», señala un grancanario de leyenda, como demuestra su palmarés. Jugó 147 partidos con España, en los que anotó 283 goles. Con los Hispanos fue bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio, campeón del Mundo (2013) y dos veces campeón de Europa (2018 y 2020), además de colgarse una medalla de bronce en el Mundial de 2021 y una de plata y otra de bronce en los Europeos de 2022 y 2014. 𝗔 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗶𝗻𝗱𝗶𝘃𝗶𝗱𝘂𝗮𝗹, 𝗳𝘂𝗲 𝗲𝗹𝗲𝗴𝗶𝗱𝗼 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗱𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗟𝗶𝗴𝗮 𝗔𝗦𝗢𝗕𝗔𝗟 𝗲𝗻 𝟮𝟬𝟬𝟵 𝘆 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿 𝗰𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗹 𝗲𝗻 𝟮𝟬𝟬𝟴 𝘆 𝟮𝟬𝟬𝟵; 𝘆 𝗵𝗮 𝗿𝗲𝗰𝗶𝗯𝗶𝗱𝗼 𝗹𝗮𝘀 𝗠𝗲𝗱𝗮𝗹𝗹𝗮𝘀 𝗮𝗹 𝗠𝗲́𝗿𝗶𝘁𝗼 𝗗𝗲𝗽𝗼𝗿𝘁𝗶𝘃𝗼 (𝟮𝟬𝟭𝟯) 𝘆 𝗱𝗲𝗹 𝗖𝗼𝗺𝗶𝘁𝗲́ 𝗢𝗹𝗶́𝗺𝗽𝗶𝗰𝗼 𝗘𝘀𝗽𝗮𝗻̃𝗼𝗹 (𝟮𝟬𝟭𝟯).

Si hay una persona que ha sido clave en su vuelta a casa ese ha sido Aday Sánchez, director técnico del Balonmano Gáldar con quien siempre ha mantenido muy buena relación: «Es quien se ha currado todo lo que está haciendo el club en los últimos años con ayuda de otra gente como Cayetano y Ayoze. Me entrenó cuando era más joven y siempre he estado atento para ver cómo trabaja. Le comenté que quería volver a casa y le propuse echar una mano. Él me ofreció venir al Gáldar. A partir de ahí fuimos perfilando lo que podía hacer para ir aprendiendo».

𝗨𝗻 𝗽𝗿𝗼𝘆𝗲𝗰𝘁𝗼 𝗶𝗹𝘂𝘀𝗶𝗼𝗻𝗮𝗻𝘁𝗲
Más allá de querer volver a sus orígenes, para Dani Sarmiento ha tenido mucho peso en su decisión el proyecto de la entidad galdense. «Cuando llegué y Aday me mostró cómo se trabaja en el club, la estructura, cómo se prepara cada detalle desde el primer equipo hasta el último de la base», se quedó impactado. Para el grancanario, «es increíble ver la cantidad de niños que hay en cada categoría». «En mi etapa de jugador adolescente eso no se venía, tener más de 20 niños viniendo a entrenar, haciendo trabajo extra de fuerza… Se está haciendo un gran trabajo, y no solo a nivel deportivo, sino también social», apunta.

«Se están sentando las bases, porque estos es una carrera de fondo, de ir poco a poco. Cuesta mucho subir a un equipo hasta la Primera División, y eso nos ha ayudado a valorar lo que teníamos antes con el Gáldar siendo un equipo puntero en la ASOBAL, jugando incluso competición europea», reconoce Sarmiento.
Destaca Dani la gran cantidad de jugadores que están saliendo de la cantera del club: «Hay una base enorme, no sólo el caso de Alberto Delgado u otros jugadores que han fichado por equipos de la Península, sino jugadores de la base que están siendo llamados por las selecciones nacionales». 𝗧𝗼𝗱𝗼 𝗲𝗹𝗹𝗼 𝗲𝘀 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗷𝗼, 𝗲𝗻 𝘀𝘂 𝗼𝗽𝗶𝗻𝗶𝗼́𝗻, 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 «𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀 𝘀𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗯𝗶𝗲𝗻». «𝗟𝗼𝘀 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲𝗻𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝘀𝗲𝗹𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗻𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗶𝗰𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗲𝘀 𝗯𝗮𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗼 𝘆 𝗲𝘀𝗼 𝗻𝗼𝘀 𝗺𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹 𝗯𝘂𝗲𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼», 𝗮𝗻̃𝗮𝗱𝗲.

«La ilusión y las ganas de seguir peleando y formando jugadores, las tenemos; aspiramos a dar ese paso en un futuro, dependiendo un poco de los recursos económicos. Con los patrocinadores privados y con la ayuda del Cabildo y del Gobierno de Canarias, queremos formar un grupo que en cuatro o cinco años suba al plata y de ahí a la Primera División», afirma esperanzado el nuevo técnico.

De lo que más orgulloso está al echar su vista atrás en su dilatada trayectoria como jugador, señala por encima de todo «los amigos y conocidos por todos los lados que tengo». «Creo que dejado un buen recuerdo en todos los sitios donde he jugado, y eso es algo que me hace sentir muy orgulloso», apunta orgulloso Sarmiento.

En cuanto a su futuro como entrenador, lo principal para él es «poder dedicarme a ayudar y formar jugadores, lo ideal sería aquí en mi tierra, poder acompañar y estar al lado de jugadores canarios que puedan seguir mis pasos y llegar muy lejos». 𝗦𝘂 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿 𝗿𝗲𝘁𝗼 𝗹𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗰𝗹𝗮𝗿𝗼. «𝗩𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿 𝗮 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗮 𝘂𝗻 𝗲𝗾𝘂𝗶𝗽𝗼 𝗰𝗮𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗲𝗻 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗗𝗶𝘃𝗶𝘀𝗶𝗼́𝗻, 𝗻𝗼 𝘀𝗼́𝗹𝗼 𝘀𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲𝗻𝗮𝗱𝗼𝗿, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗿 𝗮 𝗷𝘂𝗴𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗰𝗮𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀».

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