El pabellón ciudadrealeño acogió un auténtico partidazo, que comenzó con un reconocimiento a diez leyendas del balonmano nacional.
El pasado sábado, en Ciudad Real, uno de los epicentros del balonmano español durante la década de los 2000, se celebró la cuarta jornada de la fase clasificatoria para el Europeo de 2026, con un duelo entre las selecciones nacionales masculinas de España y Serbia. Antes del inicio del encuentro, la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM) rindió homenaje a diez jugadores retirados de los Hispanos en reconocimiento a su trayectoria y contribución a una generación histórica del balonmano español e internacional.
El acto contó con la presencia de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, y Francisco Blázquez, presidente de la RFEBM, quienes encabezaron el homenaje y destacaron la importancia del legado de estos jugadores en la historia del balonmano español. Ambos dirigentes resaltaron el impacto de esta generación en el crecimiento del balonmano y el espíritu competitivo que ha caracterizado a los Hispanos en los últimos años.
Joan Cañellas, Víctor Tomás, Raúl Entrerríos y otras leyendas acompañaron a Dani Sarmiento Melián, actualmente jugador del Desatascos Jumbo Gáldar. Con siete medallas y 96 convocatorias con la selección, Sarmiento recibió un merecido homenaje bajo la atenta mirada de más de siete mil aficionados que se dieron cita para animar a los Hispanos.
Dani, quien conquistó un bronce olímpico, un Mundial y dos Europeos con España, se mostró emocionado por el reconocimiento y expresó: «El evento estuvo muy bien, el pabellón estaba a reventar. Coincidir con antiguos compañeros y ver a la selección actual fue muy bonito y emotivo. Quiero agradecer al presidente por el detalle que tuvieron con nosotros. Estoy muy contento, fue una bonita experiencia y todo un gesto por parte de la Federación».
Más de 15 años después de su debut y aún en activo a nivel semiprofesional, Dani sigue representando la edad dorada de unos Hispanos que ilusionaron a todo un país con su juego vistoso y atractivo. A sus 41 años, tras haber potenciado también su faceta como entrenador, la comunidad del balonmano sigue reconociendo a una de las grandes estrellas del balonmano nacional.